Como una puerta gigante el arco-iris marca en el cielo, un antes y un después, una puerta abierta a los colores del día dejando atrás el gris tormentoso en la faz de la tierra…
Imposible que un arcoíris no nos robe una sonrisa al aparecer. O, al menos, que capte nuestra atención y le dediquemos la contemplación que merece. Bellísima imágen. ¡Saludos!
Hermoso,el texto también.
ResponderEliminarSaludos.
Bellísima fotografía, siempre es grato mirar el arco iris. Me encantó tu explicación, amigo Rodisi.
ResponderEliminarBuen fin de semana
Abrazos
Imposible que un arcoíris no nos robe una sonrisa al aparecer. O, al menos, que capte nuestra atención y le dediquemos la contemplación que merece.
ResponderEliminarBellísima imágen.
¡Saludos!
Una bella fotografía con dos cielos y el arco iris.
ResponderEliminarUn abrazo.